29/12/2016
Cuando se produce una emergencia y un equipo sanitario debe trasladarse al lugar de los hechos, lo hace en una ambulancia adecuadamente dotada. Así, el traslado posterior de los pacientes, ya atendidos, al hospital donde tratarán de manera específica su patología también debe realizarse en ambulancia; y este trayecto no está exento de riesgo. Como Técnico en Emergencias Sanitarias debes asegurarte de que la salud del paciente corra el menor riesgo posible.
Como el profesional sanitario en el que te vas a convertir, debes conocer las posibles afecciones que pueden presentar tus pacientes a la hora de ser trasladados en ambulancia al centro de salud más cercano.
Peligros de los traslados en ambulancia
Una de los principales problemas, y quizá el más común, que puedes encontrarte como Técnico en Emergencias Sanitarias, es la sensación de mareo que puede sufrir el paciente. Viajar en un vehículo que se está moviendo de manera constante puede provocar cierta inestabilidad que puede traducirse en vómitos y mareos; esto se conoce como cinetosis. Para reducir esta sensación debes procurar que el trayecto sea lo menos accidentado posible.
La ansiedad tras un momento de crisis también es muy habitual. La persona trasladada se encuentra en estado de shock y de alteración psicológica: estos síntomas pueden manifestarse en forma de taquicardia, sudoración excesiva o temblores. El personal sanitario que se encuentre en la ambulancia debe ayudar, mediante el tratamiento físico y psicológico del paciente, a frenar esta ansiedad en la medida en que les sea posible, intentando calmar al paciente y brindándole apoyo psicológico, además de suministrar los medicamentos adecuados.
Los movimientos de aceleración y de frenado del vehículo también pueden provocar pequeñas roturas internas en el organismo del paciente y alterar algunas de sus constantes físicas. Esto puede ser especialmente significativo si el estado del paciente es crítico; por eso el profesional sanitario y, especialmente, el Técnico en Emergencias Sanitarias, debe llevar un equilibrio correcto entre la celeridad, para que el paciente llegue lo antes posible al hospital, y su salud y seguridad.
Mantener cierta precaución en la ambulancia, además, también será necesario para garantizar la seguridad de los profesionales que se encuentran atendiendo al paciente y velando por su seguridad. Es por esto por lo que un profesional en emergencias sanitarias debe saber mirar por el paciente y salvaguardar la seguridad de la ambulancia al completo, tanto del vehículo como de todas las personas que se encuentren dentro.