28/07/2016
Una de las posibles salidas laborales para un técnico superior en educación infantil en Madrid es el trabajo en guarderías. Es una labor especialmente gratificante para el profesional, pero que también requiere unas cualidades muy concretas.
En primer lugar, el educador infantil tiene que trazar un programa educativo que seguirá durante los próximos meses. Estos programas están pautados por el Ministerio de Educación, pero cada centro o escuela infantil tiene sus propias variantes, que se aprueban anualmente.
Este programa, que debe ser revisado a diario por un técnico superior en educación infantil en Madrid debe abarcar casi todo los momentos del día, con actividades dirigidas por los profesores, otras libres, donde los alumnos pueden elegir que quieren hacer… Las horas destinadas para la comida, el aseo y otro tipo de rutina, también puede ser utilizada para educar.
El trabajo en guarderías tiene, además del trabajo como educador infantil, parte de asistencia, en la que el tiene que cuidar al niño y atender sus necesidades. Pero también hay una parte en la que hay que realizar un seguimiento de cada alumno, para que los padres estén enterados de cómo evoluciona su hijo. El trato con los padres es esencial, y hay que mantener una relación de contacto fluido, en los que presentarles informes y hablar con ellos en entrevistas personales. Esta clase de seguimiento suele realizarse de manera trimestral, pero muchos centros optan también por un contacto más fluido y directo a lo largo de todo el año.
Un buen educador infantil que desee realizar su trabajo en guarderías tiene que tener, ante todo, mucha paciencia, y saber que el niño es siempre prioridad en todo momento. Ser una persona imaginativa, creativa y dinámica son requisitos imprescindibles para realizar bien nuestra función.
Y por supuesto, tener una buena dosis de experiencia antes de comenzar a trabajar siempre ayuda. Nuestros cursos de técnico superior en educación infantil en Madrid siempre incluyen una parte de prácticas, cuyo valor a la hora de complementar la formación y adquirir conocimientos reales del trabajo de educador infantil son incalculables.
El proceso educativo del niño en una guardería, en esos primeros 3 años de vida, es importantísimo a la hora del desarrollo: por ello, cuanto más preparado y mejor actitud tenga el profesional, mejor realizará su función y más completa y cuidada será la educación del niño y más satisfechos estarán los padres… y también el propio educador infantil, al ver como su trabajo se traduce en que el pequeño aprende y progresa feliz.
