19/05/2019
Un Técnico en Emergencias Sanitarias, al igual que el resto del equipo médico, harán todo lo posible para que, en el caso de una catástrofe, las víctimas sean atendidas y se recuperen satisfactoriamente . Pero, en ocasiones, ocurre la fatalidad de afrontar algo tan terrible como las víctimas mortales. ¿Cómo se puede sobrellevar este suceso desde un punto de vista profesional?
Durante el ciclo formativo en Técnico en Emergencias Sanitarias recibirás toda la formación necesaria para atender a accidentados de todos los niveles; desde personas con heridas graves hasta gente entre la vida y la muerte. Como profesional de la sanidad, estás comprometido a hacer todo lo que esté en tu mano para ayudar a las personas, y, para ello, estudiarás y practicarás durante tu formación.
Las secuelas psicológicas de perder a alguien en un accidente
Existen situaciones como catástrofes de diversa índole en las que, debido a su gravedad, la atención sanitaria en el lugar de los hechos no es suficiente para salvar una vida. Si nos enfrentamos a alguien cuyo estado es muy grave, deberemos realizar la reanimación cardiopulmonar; pero esta no siempre es efectiva, con lo que se puede dar el caso de que en algún momento de nuestra carrera profesional tengamos que hacer frente a una pérdida.
Afrontar una situación de este tipo, sobre todo la primera vez que ocurre, puede ser complicado para el Técnico en Emergencias Sanitarias, pero ha de estar preparado y mentalizado para ello. Es muy probable que pases por un estado de frustración e incluso de pena, pero también contarás con haber hecho todo lo posible para que la víctima saliera adelante.
Sentir esta impotencia por no haber podido salvar la vida de una persona es perfectamente normal. Nos puede llevar a una reflexión sobre lo que hemos hecho bien, lo que hemos hecho mal y si quizá deberíamos haber actuado de otro modo. La reflexión, en cierta medida, es sana, porque nos lleva a mejorar nuestro trabajo y es indicativo de que queremos mejorar. Sin embargo, si esta sensación empieza a afectarnos en nuestro día a día e incluso repercute en nuestro trabajo posterior, es cuando han de saltar las señales de alarma e intentar poner remedio para recuperarte anímicamente del shock. Es importante que te apoyes en tus familiares, amigos y, sobre todo, en tus compañeros de trabajo, que habrán pasado por situaciones similares. Ellos te ayudarán y te apoyarán, aunque si esta sensación no desaparece, lo mejor sería buscar ayuda psicológica.
Ante una pérdida tras una catástrofe, por tanto, es perfectamente normal tener algún tipo de secuela psicológica, pero si te enfrentas a ellas y buscas apoyo, lograrás superarlo. Con el tiempo, te irás dando cuenta de que esta es una parte más de tu trabajo. Superar esta situación es esencial para que sigas salvando otras vidas que dependen de ti.