16/07/2019
Todos los niños son diferentes entre ellos y, en tu carrera como Técnico superior en educación infantil, te encontrarás con niños de todo tipo. Desde los que viven en un entorno familiar o sociocultural desfavorecido, los que presentan algún tipo de minusvalía física o intelectual, los que tienen capacidades superiores a la media. La diversidad y, en concreto la diversidad educativa en educación infantil, engloba todos estos aspectos. Para un educador infantil es imprescindible saber cómo atender las diferentes capacidades de todo el alumnado.
La diversidad forma parte de la vida, del trabajo y del día a día, y por tanto debe comenzar en las aulas. Si los niños, desde que cursan educación infantil, se relacionan con otros niños en un ambiente de diversidad, asimilarán rápidamente aspectos tan importantes para su desarrollo como la tolerancia o la convivencia.
Pero para eso, el educador infantil debe saber exactamente como atender y enseñar en la diversidad. En ocasiones será necesario establecer un plan de trabajo que se adapte a las necesidades específicas de algunos niños, como los que presentan dificultades en el aprendizaje. Uniendo fuerzas con los otros profesionales y con los padres del niño, establecerá cuáles deben ser las líneas educativas que se deben seguir.
Para ello, es necesario, en primer lugar, tener claro cuáles son los conceptos que los alumnos deben adquirir y los valores que deben asimilar para su desarrollo personal. Una vez estudiado esto, se podrá proceder a establecer prioridades y planes educativos.
Estas acciones se dividirán en dos tipos, siempre teniendo en cuenta los objetivos de integración y bienestar de esos alumnos que puedan sentirse excluidos por disponer de necesidades educativas especiales. Así, se llevará a cabo un plan general para todos los alumnos y uno más concreto y enfocado a estos niños con dificultades y que precisan de una atención más personalizada por parte del profesional de la educación infantil.
