03/11/2023
¿Consumes bebidas energéticas? ¡Apostamos a que sí! Su consumo es muy popular entre los jóvenes que rondan la edad de los alumnos de FP Santa Gema. Y, por eso, queremos advertirte de los peligros que las bebidas energéticas pueden suponer para tu salud. ¡No caigas en el error de utilizarlas para estudiar!, no te harán rendir más. Tampoco te “darán alas” si las consumes en una noche de fiesta, más bien todo lo contrario. A continuación, te explicamos las razones.
¿Qué son las bebidas energéticas?
En primer lugar, recordemos lo que son las mal llamadas “bebidas energéticas”. En realidad, se trata de bebidas estimulantes que proporcionan un chute falso de energía. Se caracterizan por un alto contenido en cafeína y azúcar, distribuidas en envases de colores atractivos que puedes encontrar en cualquier supermercado o, incluso, en tiendas de chucherías, lo que les aporta un aspecto inocente.
Como sabrás, las bebidas energéticas se consumen de forma generalizada entre los adolescentes y, recientemente se han sacado a la palestra debido a la importante decisión de Galicia sobe ellas: prohibir su consumo a los menores de edad. Ahora, siete comunidades autónomas se plantean seguir sus pasos y organismos como el Ministerio de Sanidad o la Asociación Española de Pediatría (AEP), recuerdan que las bebidas energéticas están desaconsejadas en la adolescencia.
Pero, ¿por qué tanto revuelo? ¡Te contamos!
Los riesgos de las bebidas energéticas para la salud de los adolescentes
Los peligros de las bebidas energéticas entre los adolescentes vienen determinados por tres factores fundamentales: su alto contenido en cafeína, sus dosis elevadas de azúcar y la costumbre de mezclarlas con el alcohol. En este apartado, analizamos cada uno de estos factores nocivos de las bebidas energéticas para que tomes consciencia de cómo te están perjudicando si las consumes:
La cafeína en las bebidas energéticas
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), se consideran bebidas con alto contenido en cafeína aquellas que aportan más de 15 miligramos de esta sustancia por cada 100 mililitros (ml) de bebida. Y, las bebidas energéticas contienen 32 mg de cafeína por cada 100 ml.
Como puedes comprobar, las bebidas energéticas tienen un contenido muy alto en cafeína, pero, ahí no acaba la cosa. Hay que tener en cuenta que el formato frecuente de las bebidas energéticas suele contener 500 ml, lo que significa que ingerir una de estas bebidas te mete en el cuerpo 160 mg de cafeína, lo equivalente a ¡dos cafés expresos!, bien cargados.
Y, ¿cuáles son las consecuencias? ¡Verás! La AESAN advierte de que el consumo de algo menos de media lata de cualquier bebida energética en adolescentes de 11 a 17 años puede provocar alteraciones del sueño. Y, el consumo de una entera puede suponer efectos psicológicos, alteraciones en el comportamiento y trastornos cardiovasculares. Sin olvidar que el consumo regular de cafeína puede causar dependencia y, en exceso, podría originar palpitaciones, taquicardias, arritmias graves y miocardiopatías.
El azúcar en las bebidas energéticas
Resumiendo, el azúcar que contienen las bebidas energéticas ¡es una auténtica burrada! Un envase de 500 ml contiene entre 55 y 60 mg de azúcar, lo que significa que solo con esta consumición ya estarías superando con creces la ingesta diaria de 25 mg de azúcares simples que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), equivalente a 6 cucharadas de café. Es decir, con una bebida energética estarías consumiendo más de 12 cucharadas de café llenas de azúcar, ¡de golpe! Por tanto, teniendo en cuenta la alta probabilidad de que añadas más azúcar a tu organismo a lo largo del día, las bebidas energéticas pueden contribuir a incrementar las posibilidades de padecer sobrepeso, obesidad y diversas enfermedades asociadas como la diabetes, dejando a un lado la cantidad de caries que podrían ocasionar a tu dentadura.
La explosiva combinación de bebidas energéticas y alcohol
A los peligros intrínsecos de las bebidas energéticas, se le suma uno más. Los jóvenes las mezclan con bebidas alcohólicas, lo que supone peligrosas consecuencias para la salud. La principal es que la bebida energética enmascara la percepción de intoxicación etílica, produciendo una falsa sensación de seguridad que lleva a los jóvenes a comportamientos realmente temerarios. Por ejemplo, el consumo de estos cócteles favorece la predisposición a conducir bajo los efectos del alcohol, según reciente estudio financiado por la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que incrementa el riesgo de sufrir accidentes de tráfico.
En conclusión, si quieres rendir más en los estudios o en cualquier otro ámbito de tu vida, evita las bebidas energéticas. En cambio, opta por llevar una vida sana que incluya una dieta saludable, ejercicio físico y suficientes horas de sueño cada día.