10/03/2025
Efectos secundarios de la radioterapia: ¿cómo son?
La radioterapia es una de las principales herramientas en la lucha contra el cáncer, una de las razones que más despiertan la vocación sanitaria entre los estudiantes de Formación Profesional (FP). Gracias a este tratamiento, se puede destruir o reducir tumores, aunque también conlleva ciertos efectos secundarios. ¿Quieres saber más sobre su funcionamiento y cómo formarte en el campo de la radioterapia? Sigue leyendo.
¿Qué es la radioterapia y cómo afecta al cuerpo?
La radioterapia es un tratamiento en el que se utiliza radiación para destruir un tumor o prevenir la multiplicación de células cancerígenas. El tratamiento no produce dolor, pero sin duda producirá efectos negativos en el paciente, paralelos a los beneficios. Estos malos efectos, aunque molestos y, en algunos casos, agresivos, son tratables y sin duda menos lesivos que la enfermedad que se ataca.
Cómo actúa sobre las células cancerosas y sanas
El principio básico de la radioterapia es utilizar radiaciones ionizantes que dañan el ADN de las células tumorales. Al impedir que se dividan y crezcan, estas células mueren gradualmente. Los tratamientos se programan en varias sesiones para minimizar el daño a tejidos sanos y permitir su recuperación entre cada exposición.
¿Cuáles son los efectos secundarios generales de la radioterapia?
Algunos síntomas son generales y afectan a la mayoría de quienes reciben este tratamiento, influyendo en su bienestar y calidad de vida. Hablamos de los siguientes:
Cansancio y fatiga
El cansancio es particularmente común durante y después del tratamiento. Puede durar algún tiempo y persistir aún después de concluidas las sesiones de radioterapia. Los médicos creen que ese cansancio ocurre como resultado del trabajo que hace el organismo para reparar los daños ocasionados a células sanas, evento que, aunque se trata de minimizar, resulta inevitable.
La escasez de glóbulos rojos (anemia), es un factor que contribuye a aumentar la fatiga durante la radioterapia. Esta condición se establece con los exámenes de sangre obligatorios, previos al inicio del tratamiento.
Cambios en la piel
Durante el tratamiento, la piel en el área irradiada puede tornarse escamosa, roja o más oscura, y padecer irritación, resequedad o comezón. Estos síntomas pueden permanecer durante varias semanas. En algunos pacientes la piel empieza a desprenderse como sucede cuando se ha presentado una quemadura por efecto de la exposición a la luz solar.
Lo más importante es tratar el área afectada con los mismos medicamentos y con las mismas recomendaciones que se utilizarían en una quemadura por el sol.
Pérdida de apetito y alteraciones digestivas
La pérdida de apetito es frecuente tras las sesiones de radioterapia. Además, pueden aparecer algunas alteraciones digestivas, especialmente cuando el tratamiento se focaliza en zonas determinadas. Náuseas, sensación de saciedad temprana o cambios en el gusto pueden contribuir a una menor ingesta de alimentos, lo que hace necesario un seguimiento nutricional adecuado.
Efectos secundarios según la zona del cuerpo tratada
Los efectos secundarios de la radioterapia pueden variar según la zona tratada y la sensibilidad de cada paciente. Algunas áreas son más sensibles y pueden presentar reacciones específicas que requieren cuidados adicionales para minimizar las molestias. Veamos algunos ejemplos comunes:
Radioterapia en la cabeza y cuello
La pérdida de cabello es un efecto secundario recurrente y muy común durante la radioterapia, cuando esta se aplica en la zona del cráneo. En tratamientos en otras zonas del cuerpo, a diferencia de la quimioterapia, no se presenta pérdida de cabello.
Radioterapia en el tórax
La radioterapia del tórax, específicamente en la región del esófago, causa una molestia temporal que ocasiona dificultad para deglutir los alimentos, que también puede ser tratada con medicamentos.
En estos casos, es preciso evitar comer alimentos muy calientes o muy fríos, picantes, ácidos… Se recomienda observar una dieta sana e ingerir mucha agua.
Radioterapia en el abdomen y pelvis
En tratamientos de radioterapia que se administran en el abdomen o en la región pélvica, el vómito y las náuseas son inevitables. El médico tratante puede administrar medicamentos específicos para disminuir estos efectos secundarios de la radioterapia.
¿Cuándo aparecen los efectos secundarios y cuánto duran?
Algunos efectos de la radioterapia son inmediatos. Sin embargo, otros pueden aparecer a largo plazo, meses o incluso años después de finalizar el tratamiento. Por eso, es habitual que los supervivientes de cáncer tenga que someterse a un cuidado especial después de la radioterapia.
En cuanto a la duración, es muy variable y depende de múltiples factores.
¿Cómo manejar y reducir los efectos secundarios de la radioterapia?
Lo más importante es que el paciente esté enterado de la alta posibilidad de experimentar algunos o todos estos síntomas, antes de iniciar el tratamiento de radioterapia.
El oncólogo evaluará la necesidad de someter al paciente a atención psicológica paralela al tratamiento de radioterapia, que le permita entender que estos efectos secundarios son normales, y que no obedecen a un deterioro de su salud como consecuencia del agravamiento de su enfermedad.
Mantener una hidratación adecuada, seguir una dieta equilibrada, descansar lo suficiente y utilizar tratamientos tópicos para la piel ayudan a reducir molestias son cuidados que pueden ayudar a sobrellevar los efectos secundarios de la radioterapia en líneas generales.
El paciente también debe tener muy claro que para todos y cada uno de estos síntomas, existen medicamentos que le ayudarán a minimizar los malos efectos. En el caso de la pérdida de cabello, el paciente puede tener la seguridad de que una vez que termine el tratamiento, su cabello dejará de caer, y recuperará el que perdió después de cada sesión.
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