20/07/2017
Una actividad de cuentacuentos puede ser un gran entretenimiento para los niños. Pasarán un buen rato, les acercan al hábito de la lectura, fomentarán su imaginación y aprenderán a fijar su atención. Como vemos son muchos los beneficios que puede ofrecer a los pequeños. ¿Te animas a descubrir cómo organizar un cuentacuentos inolvidable?
La figura del cuentacuentos
Para organizar una actividad de cuentacuentos, uno de los elementos más importantes es la propia figura del cuentacuentos. Puede vestirse con un atuendo relacionado con la historia que va a contar, o bien disfrazado de trovador, para cargar la experiencia de matices que harán que los niños la vivan mucho más. Tendrá que poner todo de su parte y contar la historia con ilusión, con ganas y con un ritmo adecuado a la edad de los niños, haciendo repeticiones si es necesario y recordatorios para que los pequeños no se pierdan en ningún momento.
Antes de realizar la actividad, el cuentacuentos debe conocer las historias, ya que será mucho mejor que se sepa los cuentos de memoria y los cuente con sus propias palabras. Si va a narrar varias historias, además, es necesario que busque un hilo conductor entre ellas y que no queden como bloques claramente desconectados. Si vas a hacer de cuentacuentos, por tanto, ensaya antes y prepárate. ¡Cuando llegue la hora de narrar lo notarás!
Es muy importante que acompañes la actividad con la entonación y los gestos adecuados. Si el cuento así lo exige, no tengas miedo de gritar, elevar el tono, saltar, correr… De esta manera, conseguirás que los niños sientan que están en la historia e imaginarla les resultará mucho más fácil.
La actividad
Para que los niños se sientan parte de la historia, lo ideal es que el cuentacuentos se encuentre próximo a ellos. Pueden hacer un semicírculo a su alrededor, de manera que vivan y escuchen sus palabras con mucha intensidad y permanezcan muy atentos a detalles como la ropa, el ambiente o incluso sus gestos corporales.
No es necesario que utilices muñecos o marionetas, aunque puedes hacerlo si así lo crees adecuado. Parte del reto de esta actividad es que los niños estimulen su imaginación y vayan proyectando una imagen mental de lo que el cuentacuentos narra. Quizá estos elementos puedan distraer su atención.
Puedes fomentar la participación de los niños haciéndoles preguntas sobre la historia y los personajes o invitándoles a repetir alguna frase, así sentirán que están participando en la actividad y no se convertirá en una experiencia divertida.