08/07/2016
Se cumplen 82 años del fallecimiento de Marie Curie, y quiero hacer un pequeño homenaje a una mujer, a una excepcional mujer y una brillante científica, que a pesar de ser mujer, en un momento de la historia en el que el reconocimiento de la mujer era muy limitado y estaban aparentemente ausentes en muchos ámbitos de la ciencia y de la cultura, consiguió ser una de las mujeres más importantes para la ciencia, y especialmente para nuestra especialidad, la Radiología, por lo que quiero recordar parte de su biografía y de la Historia de esos días, en la que ella contribuyó de manera muy especial.
Marya Sklodowski nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia. Premio Nobel de Física en 1903 y de Química en 1911. La primera mujer en conseguir el Premio Nobel y la primera persona en conseguir dos Premios Nobel.
Descubrió la radiactividad del torio, acuño el término “radiactividad”, aisló y caracterizó los elementos químicos radio y polonio. Marie Curie vivió una vida intensa. Aparte de su magnífico, admirable y ejemplar labor investigadora, fue una persona comprometida con los derechos humanos, la paz y la libertad
A continuación, voy a resumir algunos trazos de su biografía y del contexto histórico.
La época en que transcurrió la niñez de Marya no fue fácil. A principios de 1790 Polonia había sido invadida por Rusia, Prusia y Austria, quedando Varsovia bajo ocupación rusa. La elite polaca, como protesta no violenta, impulsó la doctrina positivista de Auguste Comte, que consistía en estimular la educación científica y social como modo de mejorar el mundo en que vivían.
El padre de Marya fue un seguidor activo de esta revolución pacífica y toda la familia sufrió su patriotismo. Las autoridades rusas penalizaban cualquier subversión y se encargaban de que sus autores sufrieran las consecuencias, por lo que Wladyshaw tuvo muchos problemas para mantener trabajos con salarios decentes y los Sklodowski tuvieron que aprender a vivir en la austeridad por la falta de dinero.
Pese a todo, Marya siguió destacándose en sus estudios y determinada a seguir una carrera científica. A los 15 años se graduó con honores, como la mejor alumna de su clase. A pesar de sus esfuerzos no pudo cumplir su sueño de seguir estudiando, porque en esos años en Polonia estaba prohibida la entrada de mujeres a la Universidad y su familia no tenía el dinero para costearle una estadía afuera. Mostrando una generosidad asombrosa, Marya se sacrificó por su hermana Bronia que quería estudiar medicina en París. Dejando de lado sus proyectos, se empleó como institutriz para ayudar financieramente a su hermana. Trabajó durante ocho años, que a Marya se le hicieron eternos; tras un primer empleo que resultó un fracaso, el 1 de enero de 1886 entró al servicio de los Zorawski, una familia acaudalada que residía en Szczuki, al norte de Varsovia, donde Manya hubo de ocuparse de la educación de dos de las hijas. Allí tuvo ocasión de llevar a la práctica los ideales sociales nacidos el año anterior en Varsovia organizando una escuela para hijos de obreros y campesinos a la que dedicó sus horas libres, con la complacencia de los Zorawski; el resto de su tiempo lo ocupaba en el estudio de la física y las matemáticas.
Era muy frustrante saber que tenía todas las cualidades para ser una buena científica pero que su oportunidad se le estaba escapando de las manos. Este período le ayudó a fortalecer la paciencia, que después sería una de sus características más reconocidas. En su tiempo libre, estudió matemáticas y física por su cuenta y asistió a una de las llamadas «Universidades flotantes», creadas clandestinamente por profesores polacos, para ayudar a los ciudadanos que no podían estudiar debido a la opresión rusa.
Y su paciente espera dio frutos. Cuando su hermana Bronia terminó de estudiar, le devuelve la mano a Marya y le da dinero para poder financiar su carrera. Es así como en noviembre de 1891, a los 24 años de edad, abandona Polonia para dirigirse a París, a inscribirse en la Universidad de la Sorbonne como «Marie»; la versión francesa de su nombre
Marie estaba en desventaja con respecto a sus compañeros, partiendo porque no comprendía bien el idioma, así es que dedicó todo su tiempo a estudiar. Dada la escasa cantidad de dinero con que contaba, muchas veces pasó hambre y frío e incluso llegó a enfermar varias veces por la falta de comida y sueño. Se dice que en invierno no requería de armario porque para ahorrar carbón no encendía el calentador y vestía toda la ropa que poseía para mantenerse temperada. Pero todas estas dificultades le parecían superficiales a Marie. Su única obsesión era aprender y ella escribía en esa época: «Todo lo nuevo que veía y aprendía me deleitaba. Era como si se me hubiese abierto un nuevo mundo, el mundo de la ciencia. Al fin se me estaba permitido el conocimiento con total libertad».
Ambiciosa y autodidacta, logró graduarse como la mejor alumna de su clase en la primavera de 1893, a los 26 años de edad, obteniendo una licenciatura en Física. Un año después, ayudada por una beca, consiguió una licenciatura en Matemáticas, siendo la segunda de su clase.
En abril de 1894 Marie, conoció a Pierre Curie.
En 1882 Pierre fue nombrado jefe de laboratorio de la Escuela Municipal de Física y Química, institución en la que seguía trabajando cuando conoció a Marie y donde se había dedicado al estudio teórico de la simetría. En 1891 emprendió la redacción de una tesis doctoral sobre las propiedades magnéticas de diversas sustancias en función de la temperatura, tesis que presentó en marzo de 1895. Marie asistió a la lectura de la tesis y quedó impresionada; su relación con Pierre Curie duraba desde hacía ya doce meses, durante los cuales él se había mostrado más dispuesto que ella al matrimonio. Finalmente se casaron el 26 de julio de ese año; en 1897 nació su hija Irene, a la que seguiría siete años más tarde otra niña, Eva.
Según información del portal mujeryciencia.es, tras analizarlo con su marido, el físico Pierre Curie, ambos decidieron centrarse en los trabajos del físico Henri Becquerel, que había descubierto que las sales de uranio transmitían unos rayos de naturaleza desconocida. Este trabajo estaba relacionado con el reciente descubrimiento de los rayos X por parte del físico Wilhelm Röntgen. Marie Curie se interesó por estos trabajos y, con la ayuda de su esposo, decidió investigar la naturaleza de las radiaciones que producían las sales de uranio, logrando de estas investigaciones, sus más importantes aportes a la ciencia.
Durante la Primera Guerra Mundial Marie Curie recorrió hospitales de campaña para ayudar a los cirujanos con las nuevas técnicas radiológicas. Tanta llegó a ser su importancia que, según información del portal elinformador.com, el mismo Einstein se refirió a ella como «Madame Curie es, de todos los personajes célebres, el único al que la gloria no ha corrompido», debido a que Marie nunca buscó patentar sus descubrimientos y obtener un incentivo económico por ellos.
“El uso de los rayos x durante la guerra salvó la vida de muchos hombres heridos; también salvó a muchos de largos sufrimientos y dolencias”. Marie Curie
La contribución científica de Marie Curie al esfuerzo de guerra se basó en la aplicación de unas radiaciones que habían sido descubiertas veinte años antes por el físico Wilfred Conrad Röentgen: los rayos X. A quién conococemos muy bien, todos aquellos que nos dedicamos a esta maravillosa profesión.
Algunas de sus principales propiedades de los Rayos X como eran su gran poder de penetración, el efecto luminiscente, o el efecto fotográfico, les conferían una gran utilidad en el diagnóstico médico. Además, en el caso particular de las patologías más frecuentes en los heridos de Guerra como eran las fracturas o la inserción de metralla, y la técnica radiográfica era especialmente idónea.
Por aquel entonces, el empleo de equipos de rayos X se limitaba a la medicina civil. En el ámbito militar no se mostraba interés por las nuevas técnicas. Con el fin de subsanar este error y extender el empleo de los rayos X al terreno militar, Marie convenció al Gobierno francés para que le otorgase poderes para configurar los primeros centros de radiología militar de Francia. Una vez nombrada Directora del Servicio de Radiología de la Cruz Roja y con la ayuda de la Unión de Mujeres de Francia, aprovechó su popularidad como científica para conseguir las contribuciones privadas necesarias que le permitiesen adquirir equipos de radiología y vehículos donde instalarlos. La movilidad de los puestos de radiología es fundamental para poder seguir los movimientos del ejército.
Las unidades de radiología móvil que planificó, y que posteriormente serían bautizadas por los soldados franceses como petites Curies (pequeños Curies), consistían en vehículos que llevaban un aparato de rayos X en su parte frontal y una dinamo que, accionada por el motor del coche, producía la corriente necesaria. Para llevar a cabo su construcción convenció a diversos talleres de carrocería de automóviles para que transformasen coches y furgonetas. Consiguieron equipar veinte unidades móviles, la primera de las cuales fue un camión Renault que entró en servicio a finales de 1914. A parte de estas unidades móviles también se construyeron doscientos equipos fijos en salas de radiología. Se estima que durante la guerra se empleó la técnica radiológica para atender a más de un millón de personas.
Visitas a España:
1919 (Congreso Nacional de Medicina), 1931 (abril, Residencia de Estudiantes, invitada de la II República a la que había defendido en foros internacionales) y 1933 (Comisión Internacional de Cooperación Intelectual). La siguiente imagen es de su visita a la Residencia de Estudiantes y ha sido usada para editar un sello de correos conmemorando el Año Internacional de la Química.
¡¡GRACIAS MARYA SKLODOWSKI!! Gracias por enseñarnos una forma de vida.
Bibliografía:
- García P, Daniela, & García B, Cristián. (2006). MARIE CURIE, UNA GRAN CIENTIFICA, UNA GRAN MUJER.Revista chilena de radiología, 12(3), 139-145. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-93082006000300008
- Pierre y Marie Curie.(2016) http://www.biografiasyvidas.com/monografia/curie/
- Laura Morrón Ruiz de Gordejuela. FÍSICAS EN EL FRENTE.(2016) https://radioproteccion.wordpress.com/tag/marie-curie/
- Julieta Ruiz. Marie Curie y sus aportes a la radiactividad (2015) http://de10.com.mx/top-10/2015/07/03/marie-curie-y-sus-aportes-la-radiactividad
Pilar Fernández Peñarrubia
Coordinadora de Ciclos Sanitarios
Centro de Formación Santa Gema