07/12/2016
A la hora de enfrentarte a tu labor como Técnico Superior en Educación Infantil, ya vayas a trabajar en colegios o en guarderías, como profesional tendrás que llevar a cabo numerosas tareas. Además de las relativas al cuidado y la asistencia a los niños, hay otra tarea que les atañe más indirectamente pero que es muy importante para su desarrollo.
Esta tarea tiene que ver con informar a los padres, mediante un seguimiento de cada alumno, de cómo se desenvuelve su hijo dentro del centro: los puntos a mejorar, sus debilidades, sus fortalezas, asuntos que se podrían tratar en casa y todo tipo de información que pueda resultar útil.
Para el desarrollo global de las capacidades y actitudes del niño, es necesaria una colaboración y un entendimiento entre dos núcleos como son la escuela y el hogar familiar. Por eso los padres deben conocer los valores del centro y los profesionales que se encuentran a cargo de sus hijos, haciendo que se sientan partícipes en todo momento de esta faceta de la vida de sus hijos. Con esto estaremos consiguiendo no solo comunicarnos con ellos, sino que la relación del niño con los profesores y con los padres sea mejor y, por tanto, incrementar el rendimiento escolar.
La colaboración y el entendimiento del Educador Infantil con los padres, serán factores fundamentales en el desarrollo global del niño.
Por eso, para trabajar en colegios como Técnico Superior de Educación Infantil, su participación resulta algo indispensable. Y estas reuniones periódicas con ellos no solo se deben producir si vemos algún tipo de problema en el aprendizaje o en el comportamiento de los hijos, sino en cualquier caso y sea cual sea el perfil del alumno.
Para lograr un clima de confianza y comodidad y lograr solventar los problemas que pueda haber en la escuela, como Educador Infantil es imprescindible que estas reuniones tengan cierta periodicidad. Si nos reunimos una vez al año con ellos no conseguiremos prácticamente nada; sin embargo, si estos encuentros tienen lugar frecuentemente podremos escucharles, llegar a acuerdos y que puedan sugerir soluciones relativas al aprendizaje de sus hijos.
Además de solucionar los posibles problemas respecto a los hijos, para que se sientan integrados tanto en el centro como con los profesores y con sus propios hijos, algo muy recomendable es proponer actividades en las que los propios padres participen. Teatro, bailes, excursiones… de esta manera interactuarán también con otros padres y con los compañeros de clase de sus hijos, creando un clima positivo y armónico para los niños, para los educadores y para ellos mismos.
