05/09/2017
Cada vez los niños empiezan antes a usar dispositivos electrónicos como las tablets, los ordenadores y los móviles. Es positivo que se acerquen a estas tecnologías desde que son pequeños, pero un abuso, concretamente, del teléfono móvil, puede traer consigo algunas consecuencias negativas para los pequeños.
Resulta evidente que, a medida que pasan las generaciones, los niños tienen un acercamiento a las nuevas tecnologías a unas edades cada vez más tempranas. Hace una década, era raro que un niño menor de 12 años tuviera teléfono móvil; sin embargo en nuestros días lo extraordinario es el caso contrario.
Este acercamiento prematuro a dispositivos como las tabletas, los ordenadores o los teléfonos móviles es positivo siempre que se realice bajo una supervisión de los padres y tutores y que no sea excesivo. De esta manera, si los niños tienen una relación sana con las tecnologías, se adaptarán a ellas y serán capaces de utilizarlas con fines educativos y didácticos.
El problema se plantea cuando los niños, desde que son muy pequeños, se acostumbran a realizar un uso excesivo de estas tecnologías, especialmente del teléfono móvil. Los teléfonos son una herramienta poderosa ya que se tiene acceso a todo tipo de información, además permiten estar en contacto con sus amigos, con lo que es muy fácil caer en cierta dependencia si no se mantiene una relación sana y si no se toman las medidas necesarias por parte de los padres. Por eso, algunas de las consecuencias de este uso abusivo del móvil podrían ser:
Consecuencias del uso abusivo del móvil
Consecuencias a nivel visual
Estar muchas horas al día delante de este tipo de pantallas desde edades muy cortas puede acarrear problemas en la vista que podríamos evitar limitando la exposición. Cada vez son más los niños que presentan problemas de miopía asociado a un uso excesivo de estas pantallas.
Rendimiento académico
Pasar muchas horas delante de los teléfonos móviles puede hacer que su rendimiento académico empeore y que no sea capaz de seguir el ritmo de las clases. Además, algunos niños llevan el teléfono móvil al colegio y hacen uso del mismo durante las clases, lo que provoca que no permanezcan atentos a las explicaciones del profesor.
Aislamiento social
Aunque parezca una contradicción ya que gran parte del uso de los móviles se asocia a estar en contacto con amigos y compañeros, una de las consecuencias más sonadas es el aislamiento social que estos provocan. Los niños pueden llegar a aislarse de su entorno y de amigos y familiares si la adicción llega a unos límites muy altos.
Cambios en el estado anímico e irascibilidad
Cuando observamos que un niño tiene un problema con los dispositivos electrónicos e intentamos impedirlo, puede que su respuesta ante nosotros sean malas palabras, enfados, discusiones e incluso mentiras para llegar a ocultar su adicción.
Sedentarismo
Los teléfonos móviles, al igual que los ordenadores, son actividades sedentarias. Por tanto, si su única actividad diaria es estar frente a la pantalla del móvil, no realizarán ningún tipo de movimiento ni de actividad física, lo que puede provocar obesidad y problemas derivados del sedentarismo.