02/10/2019
Para muchos de nuestros lectores, la profesión de Auxiliar de Enfermería representa un reto y una oportunidad para desempeñar un oficio que ofrece interesantes salidas laborales. Sin embargo, no todos estamos hechos para convertirnos en un auxiliar de enfermería.
Y no se trata de no contar con las capacidades y las habilidades para realizar el trabajo. La profesión de Auxiliar de Enfermería, requiere personas que cuenten con algo más que conocimientos adquiridos en una FP. Es, sin duda, una de las profesiones más hermosas del mundo, pero también, y es preciso decirlo, puede llegar a convertirse en un apostolado.
¿Cómo debe ser un Auxiliar de Enfermería?, ¿Cuáles son esas condiciones que debe poseer? Hoy hablamos de las diez que consideramos esenciales para convertirse en un gran auxiliar de enfermería.
Decálogo para ser un excelente Auxiliar de Enfermería
La voluntad de servir y ayudar a los demás, resulta esencial para ser un gran Auxiliar de Enfermería. Pero todos creemos que contamos con esa característica. Da una mirada a estas diez cualidades esenciales para el ejercicio de la profesión:
Juicio y determinación para ejercer un plan de acción: trabajando al lado del paciente, el Auxiliar de enfermería debe contar con un juicio clínico para desarrollar un plan de atención mediante el cual pueda implementar planes de acción tendientes a mejorar las condiciones del paciente o delegar esta función a sus cuidadores.
Agudo sentido de observación y capacidad para escuchar: debe ser una persona discreta y que sienta empatía por el paciente y por sus familiares, de tal forma que se construya una relación de confianza que favorezca el proceso de recuperación del enfermo.
Capacidad para soportar situaciones difíciles y repetitivas: enfrentado a diario con personas que sufren, el Auxiliar de Enfermería debe distanciarse emocionalmente y reaccionar con calma y autocontrol.
Comunicarse de manera clara y efectiva: tanto oralmente como por escrito. Saber estructurar la información, escribir informes, demostrar asertividad y adaptarse a los interlocutores son cualidades muy valiosas para un buen Auxiliar de Enfermería.
Sentido de organización: trabajar de manera metódica y rigurosa. Saber planificar su trabajo de acuerdo con las prioridades y emergencias, y entender cuando es preciso delegar una tarea. La colaboración y el trabajo en equipo – no la competencia -, son esenciales para ayudar al paciente.
Demostrar autonomía: saber tomar iniciativa dentro de los límites de sus responsabilidades.
Poder trabajar más horas de lo normal y en horarios variados: temprano en la mañana, tarde en la noche, el Auxiliar de enfermería debe demostrar gran resistencia física y mental. Los pacientes necesitan atención en cualquier momento y las emergencias están a la orden del día.
Ser estricto en el cumplimiento de las normas: en la práctica de esta profesión, es preciso aplicar muchas reglas. Reglas de la institución, reglas éticas, reglas de seguridad e higiene. El Auxiliar de Enfermería debe ser riguroso en el cumplimiento de todas ellas.
Amar la profesión y esforzarse por ser mejor cada día: el Auxiliar de Enfermería, al igual que el bombero o el maestro de escuela, desarrolla una tarea en la que lo más importante es la voluntad de servicio. Por eso, esta es una profesión que no se puede practicar si no se tiene verdadero amor por ella.
Agilidad y capacidad para trabajar bajo presión: las emergencias, como lo advertimos en uno de los ítems anteriores, son pan de cada día en el ejercicio de la profesión de Auxiliar de Enfermería. Estos profesionales deben ser rápidos y tomar decisiones sobre la marcha y bajo presión.
Pero una decisión que si puedes tomar con calma es la de estudiar la FP Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería en Madrid, en el Centro de Estudios Profesionales Santa Gema. Conoce un poco más de esta titulación aquí.